Fallece el músico italiano Franco Battiato

Murió a los 76 años en su casa de Milo, Sicilia a causa de una enfermedad neurodegenerativa

Enorme pérdida para la música universal (EL MUNDO)

El compositor Franco Battiato ha fallecido en su casa de Milo, un pequeño pueblo de Sicilia, a los 76 años. Músico, escritor, guionista de documentales y también pintor bajo el seudónimo de Suphan Barzani, el artista llevaba años desaparecido de la escena pública aquejado de una enfermedad que su entorno nunca quiso desvelar. Se había ganado el derecho a vivir en silencio los últimos años de su vida, rodeado de sus libros y amigos, a despedirse tranquilamente en su casa, en un paisaje de lava volcánica en la falda del Etna, tras una carrera musical que cambió los patrones de la música italiana y que rompió esas molestas costuras que se empeñan en separar la alta y la baja cultura. Después de una vida buscando un centro de gravedad permanente, ese será ahora el único consuelo de su legión de seguidores, puede que al fin lo haya encontrado.

Interpretó, transgredió y jugó con tantos estilos de música a lo largo de tanto tiempo con resultados tan elevados que las frases maximalistas propias de un obituario se van quedando cortas. ¿Es uno de los músicos más importantes de Italia de la historia del pop? Es uno de los músicos más importantes de Europa, y, de hecho, es un símbolo de la cultura europea moderna: iconoclasta, misterioso, místico, único. Adjetivos que parecen creados para él.

El verbo está en presente: Battiato es. Su música nos acompaña, nos explica y complementa, es espejo y es divertimento, es una filigrana y es toda una aventura, es física y metafísica, esa música luminosa que emana de un ingenio claro y profundo que también buscó apoyo en la tradición popular, en lo más simple, que no sencillo, porque siempre fue, y será, un enigma que cada uno desciframos de una manera distinta. Convencido de la inmortalidad humana y de la reencarnación, Battiato es aún, pese a su muerte hoy por causas que la familia no ha comunicado. Qué pena, Battiato, qué pena, y qué alivio esta música que nunca dejará de estar junto a nosotros, esta música que nunca dejará de ser.

(EFE)

Fue este humanista un hombre elusivo que evitaba las multitudes, que nunca se prodigó en sociedad, que se explicó a medias; devoto de las raíces de la cultura italiana y de su madre, a la que ningún día dejó de recordar tras su muerte en 1994, según explicó. Nunca se casó, no tuvo hijos, evitó hablar (y cantar) de política y cultivó unas pocas pero duraderas amistades. Vestía traje, era vegano, aseguraba que caminaba por la calle con cuidado de no pisar una hormiga y practicaba la fe cristiana y la meditación, cualidades todas ellas que combinaba con un simpático sentido del humor.

Sobre su salud y sobre su enfermedad solo había rumores desde que se retiró hace tres años. La noticia de su muerte la ha dado el sacerdote jesuita Antonio Spadaro, director de La Civiltà Cattolica, en un tuit en el que citaba unos versos de la canción La cura: “‘Y te recuperarás de todas las enfermedades. Porque eres un ser especial y yo te cuidaré’. Ciao, Franco Battiato.

Fuentes: el pais.com/elmundo.com/EFE/YouTube/RockAmerika


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