Styx lanza “Crash of the Crown” y recibe los mejores elogios en más de 35 años
Desde “Kilroy Was Here” de 1983, la banda no había tenido tanta exposición mediática gracias a su nueva producción plagada de rock progresivo y estupendos arreglos tanto vocales como musicales
Con “Crash of the Crown”, la banda ha capturado la esencia de sus mejores momentos musicales y ha creado un álbum clásico que trasciende estos tiempos. No, no es el álbum Co-Vid porque, como se ha dicho la banda, la mayor parte de la composición y parte de la grabación se completaron antes del cierre. Sin embargo, la clave de una gran escritura lírica es producir palabras con aplicabilidad universal; sobre esa base, creo que muchos encontrarán que este es un álbum que habla de los tiempos pero que no sonará como una pieza histórica cuando se revise en el futuro.
Uno de los puntos fuertes fue que la banda demostró que la inventiva y la creatividad musical no tienen por qué significar temas de longitud épica (el tema más largo aquí dura 4:00 minutos). ‘The Fight Of Our Lives’ arranca con una intro proggy de menos de 30 segundos, antes de que las magníficas voces de la banda entren en acción, declarando “¡No nos rendiremos!”… ¡y ya está! Las armonías a cuatro y cinco partes son algo que esta banda lleva a rajatabla y destacan en todo el álbum. La voz de Tommy Shaw lidera ‘A Monster’, un tema que, justo cuando crees que sabes a dónde va, da un giro a la izquierda hacia una sección media impulsada por guitarras acústicas y mandolinas. Todd Sucherman consigue un rápido solo de batería antes de que un solo de guitarra de JY nos lleve a casa. La inventiva musical de este tema que dura menos de tres minutos y medio es alucinante. El mérito es tanto de la banda como del “séptimo hombre”, el productor Will Evankovich, que contribuye con guitarras, teclados, percusión y voz.
Lawrence Gowan lidera ‘Reveries’ y, una vez más, la banda muestra sus habilidades para tocar y cantar cuando la música se traslada a ‘Hold Back The Darkness’. Con tres potentes vocalistas, la banda puede crear una dinámica soberbia, como en esta canción, que comienza con la voz de Gowan acompañada de una guitarra acústica, antes de que la voz de Tommy Shaw retome la segunda estrofa con un toque más oscuro y melancólico. Un inesperado invitado, Winston Churchill, lanza “Save Us From Ourselves”, en la que Tommy Shaw suena casi como Don Henley.
El tema que da título al disco es la primera vez en su catálogo que un tema de Styx cuenta con tres vocalistas principales… El barítono de JY da paso a un furioso órgano Hammond, que se ve reforzado por una sección de música disco dirigida por Shaw (¡sí, claro!), y un segmento de piano clásico; le sigue una guitarra multipista al estilo de Brian May, con un vocoder y Gowan evocando recuerdos de Mr. Mercury en la pieza vocal final. Cuando lo ves escrito, podrías concluir que es un enfoque de “todo incluido el fregadero de la cocina”, pero de hecho los cambios en esta pista están perfectamente ejecutados… y demuestran ser un gran contraste con la más directa ‘Our Wonderful Lives’ que sigue. Styx con banjos funciona completamente bien en este tema despojado para cantar y aplaudir, que es tan discreto como el tema anterior era exagerado – ¡y un saludo al bajo del fundador Chuck Panozzo en este tema!
La segunda mitad se abre con la introducción de Moog de ‘Common Ground’, que está llena de elementos característicos de Styx, y le sigue ‘Sound The Alarm’, que cuenta con algunos momentos de dúo entre Shaw y Gowan. La corta pero inventiva ‘Long Live The King’ tiene un sonido totalmente diferente, incluyendo un gran riff de guitarra eléctrica de 12 cuerdas. El álbum en sí tiene un concepto subyacente de la luz al final del túnel, y las situaciones oscuras que a veces tenemos que atravesar para llegar a ella. Así, ‘Long Live The King’ se encuentra entre las canciones que tocan los aspectos más históricos, y ‘Coming Out The Otherside’, de influencia india, es una declaración muy explícita del concepto.
Antes de las orquestaciones finales de ‘Another Farewell’, tenemos una deslumbrante epopeya “Styx-In-A-Song” en ‘To Those’. La batería de Sucherman, parecida a la de Moon, en las estrofas, con Gowan en lo más alto de su rango, es un momento destacado del álbum. La canción llega a un estribillo majestuoso y a un grito de guerra de “levántate y cuenta”.
Para una banda que se acerca a los 50 años desde su formación, está claro que ni siquiera un cierre global puede frenar a esta formación. Las ideas frescas, los arreglos creativos y la increíble instrumentación siguen llegando a raudales y me atrevería a decir que este álbum es uno de los mejores de su catálogo.
Fuentes: styxworld.com/Geoff Bailey/Styx YouTube/Pablo Queipo/RockAmerika